Caminando por la calle una vez me pregunté, si más bonita
era la luna o tu cuerpo de mujer.
Las estrellas te observaban desde el cielo avergonzadas
porque iluminaba más que todas ellas, solo una de tus miradas.
El calor que acompañaba a la brisa de verano era tan solo
una pizca del que producías en mi ser.
Todas las noches que pasaba a tu lado, sentía como si me
elevase hasta las nubes y ahí permaneciésemos acostados totalmente tranquilos,
sin nadie más alrededor. Solos tú y yo en la noche estrellada.
¡Hola! Me parece muy bonito lo que escribes, así que no entiendo cuando dices que no tienes "el talento de un escritor". A mí, sinceramente, sí me parece que tengas talento ;-) ¡Ánimo con el blog!
ResponderEliminarVaya, muchísimas gracias! De verdad. Me has subido bastante la autoestima!
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